domingo, febrero 26, 2023

LA SALUD BUCAL EN MIS HIJOS


La importancia de enseñar buenos hábitos a nuestros niños da como fruto adultos fuertes y responsables en fin grandes hombres y mujeres en todos los aspectos por ello para tener dientes sanos a futuro, es fundamental cuidarlos desde los primeros años de vida y para esto sin duda hay que tener una correcta higiene, controles periódicos con su dentista y una adecuada alimentación. Por esta razón enseñarles a los más pequeños a lavarse los dientes es la forma más efectiva para ayudarlos a tener una buena salud bucal.

Es importante llevarlos al dentista cada cierto periodo con el fin de detectar cualquier tipo de patologías, esto nos ayudará a encontrar solución a tiempo antes de que se pueda agravar y así utilizar procedimientos más complejos.

Revisando algunas encuestas de ciertos países me topé con una que me llamó la atención la cual decía que de entre los niños mayores de 12 años el 62% tienen caries y que 2 de cada 10 presentan caries a los dos años pero lo preocupante es que luego de dos años la cifra aumenta a 5 de cada 10, y esto no queda ahí pasado el mismo periodo, ahora a los 6 años 7 de cada 10 niños presentan esta patología.

En base a estas cifras que son realmente preocupantes y la tendencia a que entre más edad tienen los niños, más caries presentan, podemos darnos cuentan que no se está llevando acabo las medidas de prevención y de cuidado bucal. Por ello es importante actuar a tiempo previniendo posibles patologías graves e incluso la perdida de piezas dentales.

¿Debe mi bebé tener una higiene bucal antes que aparezcan sus dientes?

Debemos tomar en cuenta que en la cavidad bucal existen y conviven en equilibrio billones de bacterias, hongos y otras especies, es por ello que si existiera un desbalance entre estos microorganismos tendríamos como resultado la enfermedad de caries.

Pero, a pesar de que resulte un tanto evidente tener que eliminar los residuos de leche tanto de encías como de la lengua del bebé, es algo que no debemos hacerlo, la verdad es que la leche materna contiene componentes que regulan tanto la flora bucal como la intestinal, esto ayuda en la defensa contra infecciones durante los primeros meses de vida. Hay que tener cuidado ya que si removemos esa leche, estaremos favoreciendo la entrada de otras bacterias o disminuyendo la protección propia de la saliva.

En resumen, los lactantes alimentados exclusivamente con leche materna no se tiene que limpiar los residuos de leche de su boca, como hemos dicho la leche es buena para el sistema inmune. Por el contrario si recibe fórmula, se puede o no limpiar los excesos de leche, ya que no existe un sustento que demuestre su efectividad.

¿Ahora que ya tiene dientes cómo los limpio?

Casi de inmediato una vez que haya salido el primer diente se debe utilizar un cepillo adecuado para esa edad tomando en cuenta su tamaño que sea el adecuado con cabeza pequeña y que sea suave. Además de ello se debe realizar el lavado con pasta fluorada para niños e infantes que contiene la medida adecuada de flúor, esta rutina se tiene que hacer por lo menos dos veces al día, en la mañana y antes de acostarse, la cantidad de pasta dental va a variar dependiendo de la edad del niño pero para una ilustración practica los niños menores de tres años deben usar una porción similar a un grano de arroz crudo.

Para los menores de dos años es importante colocarnos por detrás de niño o cepillar acostado en un sofá o el cambiador del niño. Su cepillado debe ser de forma circular y con movimientos de arrastre incluyendo la encía. Y muy importante no debemos olvidarnos de la lengua que también atrae bacterias, hay que cepillarla suavemente.

También es ideal tener dos cepillos, uno para la limpieza habitual y uno para que muerda el niño, complementario a esto podemos sugerir usar seda dental o hilo dental de manera cuidadosa y siempre aplicada por un adulto, para tener una buena limpieza entre los dientes.

En resumen la recomendación para nuestros niños

  • Usar un cepillo dental con cabeza pequeña y cerdas suaves.
  • Cepillar los dientes al menos dos veces al día.
  • Usar pasta con fluorada de acuerdo a su edad desde que erupciona el primer diente.
  • El cepillado debe ser realizado por un adulto hasta aproximadamente los nueve años. Para un correcto cepillado, se evalúa la capacidad psicomotora. Si el niño tiene una linda letra manuscrita y se puede atar los zapatos sin inconvenientes, estaría capacitado para realizar un cepillado efectivo. Por esta razón, se recomienda que, al menos, los padres le “repasen” el cepillado a los niños hasta los nueve años. Es decir, se cepilla el niño primero y luego el adulto.
  • El lavado debe durar entre dos a tres minutos.
  • El cepillo se debe utilizar seco y una vez concluido el cepillado no hay que enjuagar la boca.
  • Los cepillos se deben cambiar cada tres meses, o al verlos dañados.
  • Si los niños han estado enfermos, se recomienda cambiar el cepillo, ya que pueden quedar bacterias o gérmenes.
  • El hilo dental contribuye a una mejor higiene y se recomienda desde los dos años en adelante.

Nota importante: Es importante que un adulto realice este proceso.

Es fundamental el cuidado de los dientes desde los primeros meses de vida, y con respecto a los controles es muy importante visitar al odontopediatra desde pequeños. La primera visita se tiene que hacer entre los 6 meses de edad y el primer año, los controles posteriores idealmente cada seis meses. La supervisión del especialista es fundamental ya que este entregará todas las recomendaciones para el cuidado de los dientes de nuestros niños y detectar a tiempo posibles factores de riesgo.

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